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Foto del escritorAlejandra Gabayet Manzano

¿Cómo evitar que tus hijos se sientan vacíos y logren gozar cada momento?


Los niños hoy en día piden tener tiempo con sus Papás. Un experimento llevado a cabo en España, demuestra que los chicos piden en su carta a los Reyes Magos tener Papás presentes en el aquí y ahora. Este experimento me dejó pensando en la importancia de tener Padres físicamente presentes PERO también emocionalmente disponibles. ¿Por qué escribo “PERO” en mayúsculas?, porque algunas Mamás en consulta comentan “siempre estoy en casa, de verdad soy Mamá presente”, “trabajo desde la casa”, PERO en el otro lado de la moneda, sus hijos ante la pregunta “si tuvieras una varita mágica y pudieras pedir tres deseos, ¿Qué pedirías?”. En varias ocasiones me enfrento a comentarios como, “Que mis papás ya no se pelen”, “que mi Mamá me haga caso porque siempre está en su celular chateando”, “que mi Mamá nos grite menos y no nos regañe por todo” o algunos adolescentes de secundaria me han dicho “que también vean las cosas que hago bien”.

Los niños que crecen con Papás poco conectados consigo mismo, pueden llegar a crecer con un vacío emocional, lo cual no les permite gozar el momento y vivir en el presente, siendo esto una importante fuente de ansiedad y baja autoestima.

En este artículo describo los cinco pilares del Mindful Parenting que ayudan a Mamá y Papá la estar emocionalmente disponibles y presentes, conectados consigo mismos y capaces de leer y cubrir las necesiades de sus hijos.

Empecemos desde lo más básico ¿Qué es Mindfulness? Mindfulness es la capacidad de estar plenamente atento, de estar mentalmente presente y consciente en el momento actual.

Ahora bien, convertirnos en Mindful Parents quiere decir, aprender a reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo dejando fluir la experiencia tal cual se está dando. Además, un Mindful Parent, logra recuperar su equilibrio interno atendiendo de forma integral los aspectos de sí mismo: Cuerpo, mente y espíritu.

Los invito a practicar la atención plena y desarrollar esa posibilidad de estar en el aquí y ahora, a vivir nuestra paternidad plena y presente. Recuerden que esto es lo que los niños hoy en día están pidiendo a gritos, incluso en su carta a los Reyes Magos.

Ahora sí, entendiendo el significado del Mindulness y sabiendo que es todo un aprendizaje, entremos a los cinco pilares del Mindful Parenting que es el que más nos interesa a los Psicólogos Infantiles y Padres de familia.

Bueno, algo más antes de empezar…. No es algo mágico ni que se da espontáneamente. Para convertirnos en Papás capaces de desarrollar atención plena, hay que practicar TODOS los días, pues es un entrenamiento mental. Conste que ya están advertidos, practiquen y vuelvan a practicar por favor aunque a veces tengan “buenos” pretextos para no hacerlo.

1. Todos los días, date un espacio solo para SER;

Nuestra vida se vive en momentos. Mindful Parenting es la capacidad de estar PRESENTE y practicar mindfulness todos los días es la clave. Aquí unos tips… Todos los días siéntate 5-20 minutos en el mismo lugar y a la misma hora. Enfócate en tu respiración como es naturalmente, sin tratar de modificarla, solamente siente la experiencia corporal de respirar. Si tu mente “se va” a otros pensamientos, solo detecta esos pensamientos y déjalos ir; retomando la atención a la sensación de respirar una y otra vez cada que sucedan estas distracciones de la mente. El estar requiere tener una atención plena y una conexión cuerpo-mente.

Recuerda, el mejor regalo que podemos dar a nuestros hijos es estar realmente presentes en cada momento y la mejor manera de empezar, es lograr estando presentes nosotros mismos viviendo el aquí y ahora.

Otro tip que a mí me ha servido, espero lo encuentren útil: Mi practica diaria la hago en mi habitación, sentada a un lado de mi cama, sentada de “chinito” y poniendo un timer de 15 minutos. Claro que no empecé logrando este tiempo, pues es un entrenamiento mental y como todo entrenamiento, hay que empezar haciendo condición poco a poco. Al principio la verdad me daba sueño y flojera, lograba practicar únicamente 5 minutos, pero poco a poco he ido logrando más tiempo y los efectos que he visto como Mamá han sido increíbles. Por ejemplo, noto que disfruto cada actividad con mis hijos mientras la misma está sucediendo, noto los gestos y expresiones de mis hijos cuando me hablan y, también me doy cuenta de cómo me estoy sintiendo yo misma, cuando me distraigo de una actividad con el celular, con pendientes de la casa, pensando en mis clientes de consulta, etc., pero una vez más, intento retomar el momento y disfrutarlo tal y como es, sin juzgarme.

2. Con plena atención, aprende a manejar tu estrés: S.T.O.P.

Como Papás vivimos la vida en “reserva de gasolina”, sobre saturados de actividades yen una dosis de estrés continúa, por esto, sólo algunas veces logramos ser nuestra mejor versión con los hijos.

Si practicamos mindfulness 5-20 min al día, sería posible reconocer cuando nos sentimos estresados o fuera de balance y podríamos cambiar de un estado de estrés, a una respuesta utilizando el acrónimo S.T.O.P. por sus siglas en inglés:

S – STOP: ¡Para! En el momento que sientas estrés, simplemente detente y haz una PAUSA.

T – TAKE A DEEP BREATH: Inhala profundamente y atiende a las sensaciones de tu respiración. Notarás como tu mente se tranquiliza y tus pensamientos son más claros. ¿Se acuerdan cuando éramos niños del anuncio en la tele sobre “cuenta hasta diez”? Pues es totalmente cierto. Clínicamente está comprobado que una respiración profunda armoniza el sistema cardiovascular y calma los centros de alarma de nuestro cerebro más primitivo y restaura la función cerebral.

O – OBSERVE: Una vez que la respiración haya traído balance a tu cuerpo, permítete solamente sentir y voltea a tu alrededor. Pregúntate qué es lo que en realidad está pasando en este momento.

P – PROCEED: Una vez que lograste mudar a una respuesta minfully, toma una acción apropiada y lo más acertada posible a la situación, cuidando siempre una buena conexión con tus hijos.

3. Integra el concepto de “Mamá suficientemente buena”;

Les recomiendo dejar a un lado la idea de ser mamá perfecta. La práctica de mindfulness apunta a las mejores intenciones como Mamá tomando en cuenta que a veces “regarla” es inevitable. Nuestros hijos necesitan que nos equivoquemos y que aprendamos a lidiar con estos tropiezos. Si tratamos de negar esta realidad, nuestros hijos no tendrán un modelo auténticamente humano en donde haya cabida para las equivocaciones y la imperfección.

Aprovechemos estos momentos de error como oportunidades para aprender el valor de la compasión, del perdón, del saber reparar el daño, de actuar con humor, honestidad y amabilidad.

4. Respeta la independencia y soberanía de tus hijos;

Lo que todo niño realmente necesita es ser visto y entendido por quien es, como una persona distinta a sus padres. Por esto, es crucial establecer límites claros entre Padres e hijos para poderlos ver y entender con claridad.

Con respecto a la independencia y soberanía de los hijos, no me refiero a darles todos los permisos o demasiadas opciones para elegir. Me refiero a estar más alertas de nuestras propias necesidades y temores como padres, si no, es muy fácil depositar nuestras propias proyecciones en los hijos.

Una vez más, la práctica de mindfulness es un entrenamiento mental y trabajo personal para poder ver, valorar y adorar a nuestros hijos por quienes son y no por quienes buscamos que sean.

5. Cultiva amabilidad y compasión;

Nada es tan demandante, retador y angustioso que el ser Papás. No se puede renunciar y tampoco hay línea de meta definida, por lo tanto, como un acto de supervivencia debemos aprender a cultivar la amabilidad y compasión del momento que estamos viviendo. Generalmente, así nuestros hijos obtendrán la mejor versión de Mamá y Papá y nosotros dejaríamos de sentirnos vacíos y con remordimiento. Mindfulness es una práctica de amor propio en vez de buscar la felicidad y la aprobación en lo externo.

Si bien el amor por los hijos es incondicional, no podemos ofrecer lo que como Padres no tenemos. Debemos empezar por nosotros mismos, por querernos y aceptarnos tal cual somos; y esto se verá reflejado en nuestros hijos.

Mamá y Papá, los invito a practicar una y otra vez todos los días y me encantaría que me comenten los efectos que notan en su crianza y relación con sus hijos.

Alejandra Gabayet Manzano

Terapeuta Familiar Infanto-Juvenil

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