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5 pasos para nutrir la resiliencia emocional de tus hijos

Todos los papás del mundo buscan que sus hijos sean felices. Pero ¿Qué podemos hacer para apoyar la búsqueda de una felicidad que sea sostenible en el tiempo?.


En consulta, lo que encabeza la lista de peticiones de los padres, es la búsqueda de la felicidad de los hijos, aunque las ideas de cómo hacer que esto suceda, parecen no estar muy claras. Los papás buscan que los hijos vayan a la escuela y a una universidad de renombre, que estén fuertes y sanos, que tengan un buen grupo de amigos, que no tengan que vivir perdidas o un dolor profundo, y así, la lista puede seguir.

Parecería que el término de felicidad, de acuerdo al plan de mamá y papá, se define como el deseo de que nunca se sientan decepcionados y que todo en su vida fuera perfecto


Pero, me pregunto si esta versión de la felicidad, ¿En verdad podrá existir?.


Ese impulso de muchos papás de adelantarse al sufrimiento de los hijos, a su posible preocupación, frustración y tristeza, con tal de verlos “felices”; pareciera que esa idea de felicidad, es como una meta, como un objetivo final. Un lugar al que hay que llegar sin tener que atravesar obstáculos.


En consultas con Mamá y Papá, en varias ocasiones, parece que el primer obstáculo es tener mil intentos por hacer que todo salga bien para sus hijos. Y que ese camino sea recorrido a la perfección, hacia un destino final: La felicidad. Por supuesto, todos los padres tienen una buena intención, aunque haciéndolo así, no les están enseñando las tareas básicas de la vida y como poder manejarlas.


Jon Kabat-Zinn, fundador de Mindfulness-Based Stress Reduction, aconseja: "No puedes detener las olas, pero puedes aprender a surfear".


Lo que sucede en nuestro mundo es inevitablemente aterrador, ahora más que nunca, lo estamos viviendo en esta época de Pandemia COVID-19. No siempre podemos proteger a nuestros hijos de esta verdad, por mucho que queramos protegerlos. Por supuesto, no me estoy refiriendo a sobreexponerlos a la información, pero no podemos tampoco tapar el Sol con un dedo.


Pero también es tan cierto, que hay varias formas de trabajar con todo lo que estamos viviendo.


Nuestra capacidad para apoyar la felicidad de nuestros hijos está directamente relacionada con nuestra capacidad para ayudarlos a ver claramente y estar con lo que es y con lo que hay. La capacidad de mantenernos firmes y apoyarlos para que aprendan a hacer esto es esencial para su bienestar y el nuestro. "No puedes detener las olas, pero puedes aprender a surfear". Nuestro trabajo como padres, es enseñar a los hijos a ver claramente las olas que la vida les envía, y darles lecciones de surf. Y, por supuesto, estar ahí con amor cuando una ola o dos los toman por sorpresa.


Entonces, ¿Cómo les enseñamos a surfear?



5 pasos para nutrir la resiliencia emocional de tu hijo cuando se enfrente a situaciones difíciles:


1. Consulta contigo mismo – Debes poder estar disponible contigo mismo y con tus emociones, antes de poder apoyar hábilmente a tu hijo.


2. Estar ahí para ti – Hagas lo que hagas como papá (te entiendo perfecto, soy Mamá de 3 niños que adoro), debes aceptar que todos, incluidos tus hijos, van a experimentar dificultades y se enfrentarán a un mundo incierto. Se vale decirte a ti mismo “estoy aquí para mí y para vivir este proceso” pues ver a tus hijos luchar también será difícil para ti.


3. Ayúdalos a nombrar lo que sienten – Identifica lo que están sintiendo y ponles el nombre que les corresponde. Nombrar los sentimientos es una manera muy poderosa de alejarse de su intensidad y esto fomenta la habilidad de trabajar con las más grandes emociones.


4. Usa el “Y” – Junto con los nombres de cada emoción, ofréceles amabilidad y aceptación por el hecho de saber que están pasándola mal, pero al mismo tiempo, aliéntalos a que estos sentimientos no son algo que no puedan manejar. Por ejemplo, “Sé que esto es difícil, Y estoy aquí para ti”, o tal vez, “Sé que estás aburrido-decepcionado-molesto Y sé que vas a estar bien”. Intenta resistir el impulso de “ahorrarles” las grandes emociones, utilizando “Y”. Así estarás apoyando su capacidad de estar con lo que están sintiendo en ese momento, con amabilidad y con curiosidad, esto es mindfulness. Además, irán ampliando su capacidad de tolerancia para manejar situaciones y emociones difíciles.


5. Ayúdalos a recuperar la calma – Darles estrategias para calmar su sistema nervioso, como la respiración consciente para niños, pueden ayudarlos a recobrar la sensación de paz en medio de las olas.


Por ejemplo:


a) Respiración con la pancita, notando como se expande y se contrae como un globo.

b) Respiración consciente, notando la respiración y sintiendo como se mueve en el cuerpo.

c) Arrullar a un peluche con la pancita -esta me encanta para los preescolares- pídele que se acueste con un peluche sobre su vientre y que observe como se mueve hacia arriba y hacia abajo mientras respiran, como si lo estuvieran meciendo para dormir.

d) Respiración de cuatro cuadrados, -esta me gusta mucho para niños mayores-. Se trata de inhalar por un conteo de 4, mantener el aire un conteo de 4 y exhalar por un conteo de 4. Hacer este ejercicio 4 veces y después, regresar a la respiración normal.

Enseñar a los niños que sentir la gama completa de nuestras emociones a medida que surgen no es algo que se debe evitar, y que es coherente con la felicidad también, es una gran enseñanza.

Es importante como padres, darles herramientas para estar con sus emociones, no dejarse arrastrar por ellas, o evitarlas y negarlas, aunque algunas sean complicadas de gestionar.

Estas herramientas te prometo que serán un regalo para toda la vida.

Espero de todo corazón que tú y tu familia estén con salud en esta época de pandemia, estaré al pendiente de ti.

Un abrazo grande a la distancia,

Ale Gabayet

Terapeuta Familiar Infanto-Juvenil

Instagram: TerapeutaAleGabayet

www.parenting-university.com

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